«Lo que de verdad nos gustaría a nosotros era poderle aplaudir a la sociedad»
ENTREVISTA ·
Hablamos con María Luisa Cerrada, enfermera del Hospital Universitario de BadajozENTREVISTA ·
Hablamos con María Luisa Cerrada, enfermera del Hospital Universitario de BadajozALBERTO MÁRQUEZ CARRASCAL
FREGENAL DE LA SIERRA
Lunes, 27 de julio 2020
María Luisa Cerrada es enfermera en la planta de medicina interna y de la unidad de patrologías infeccionas del Hospital Universitario de Badajoz. Ella se define como una «orgullosa frexnense», que durante estos años ha servido como sanitaria, en largas guardias de noche y en su trabajo diario. Nos acercamos a su experiencia durante la crisis sanitaria del COVID-19, que compartió junto a sus compañeras y enfrentó, al igual que muchas otras frexnenses que lucharon contra la enfermedad cara a cara, mientras los ciudadanos permanecíamos a salvo en nuestros hogares.
Publicidad
Pregunta: María Luisa, parece que la primera pregunta fuese obvia, pero, ¿cómo lo viviste desde dentro?
Respuesta: Bueno, pues la verdad es que la principio con mucho miedo, porque el miedo que todo el mundo ha sentido en casa, nosotros, por ser sanitarios, no íbamos a dejar de tenerlo. Con la diferencia de que tenías que ocultarlo, porque tenías que ser un pilar importante para estar ahí acompañando a la gente con ese miedo que si se permite ser visible. Nosotros no nos lo podíamos permitir. Entonces, el único consuelo entre todas las sanitarias y todo el equipo, porque no solamente es enfermería, sino que el equipo es inmenso, con un gran número de profesionales. Pues lo que hacíamos era compartir ese miedo. Y digamos que así parecía que nos tocaba un poquito menos a cada uno. Pero miedo mucho. Incertidumbre muchísima. Impotencia también, porque era una cosa desconocida y todavía nos queda mucho por conocer.
P: ¿Cómo fue al principio? ¿Cómo fueron los primeros casos?
R: Nosotros no hemos sido planta COVID como tal, sino que hemos sido una no-COVID. El problema surge cuando los pacientes ingresados por una patología equis, durante el estudio mostraban alguna sintomatología que no responde bien, una neumonía que no avanza, que empeora, que se estanca. Algo que saltaba a la vista, sin saber realmente qué diagnóstico tenía y el por qué no avanzaba la enfermedad con su tratamiento. Entonces, en mi planta, como era una planta no-COVID, se trasladaba a los pacientes a una planta que se instaló para posibles COVID y se le realizaba el test, la PCR. Una vez que se sabía si el paciente era positivo el paciente iba a la planta COVID, y si era negativo volvía a la planta con nosotros. Pero claro, en ese período tienes una incertidumbre de no saber todavía el diagnóstico. Realmente es un período muy duro que pasar.
P: Claro, mucha tensión que tenéis que enfrentar las personas que estáis ahí trabajando. Y más adelante, ¿seguía siendo esta la dinámica? ¿Teníais siempre el mismo protocolo?
R: Sí, el protocolo lo instauró así. El Hospital, desde que el paciente llegaba a puerta, se instaló un circuito de limpio y sucio, que es como se determina para diferenciar entre los que tenían una sintomatología COVID, distinta del resto de pacientes. Porque claro, aunque había confinamiento, si tú te sentías mal podías ir al Hospital a que te trataran. Sí es verdad que la gente, durante el confinamiento, se ha retenido, se ha aguantado, han llamado a atención primaria, se han aconsejado con su médico de familia y ya tomaban una decisión. Pero había dos circuitos, y entonces los pacientes no se mezclaban, entre los pacientes CÓVID, posibles y las plantas normales con sus especialidades funcionando con normalidad.
P: Claro, porque tú estabas en una de esas plantas que no eran especializadas en COVID. Teníais una dinámica habitual dentro del Hospital.
R: Efectivamente. Habitual, con excepción de cuando empezaban muchos pacientes. Porque ya la patología dijo que no había solo uno, había más casos. Entonces, en ese punto tú no sabes cuando a ti te ingresa un paciente si va a ser positivo o negativo. Por eso empezamos a tratarlos a todos como si fueran posibles COVID. De esta forma los protegíamos a ellos y los protegíamos a ellos.
Publicidad
P: Entonces implantasteis un protocolo más estricto. Teníais que utilizar más protección, más EPIS (equipo de protección individual contra infecciones), pensando tanto en ellos como para vosotras mismas.
R: Claro. A ver, nosotras no teníamos EPIS en planta. Como todo el mundo sabe, los EPIS estuvieron muy limitados y sobre todo al principio, hasta que se supo la magnitud que esto tenía. Por eso, el material del que disponía el Hospital estaba concentrado en los puntos clave que realmente lo necesitaba. Urgencias, las plantas COVID, las UCIs, REA; y la planta de los posibles. Entonces, como nuestra planta no era una planta COVID, no se nos proporcionaba EPIS. Ni a nosotros ni a nadie. Solo se les facilitaban a las personas que estaban en contacto con ellos.
Publicidad
Como nosotros somos una planta de patología infecciosa tenemos nuestras batas de aislamiento para entrar en las habitaciones de nuestros pacientes, que tienen aislamiento de contacto, respiratorio. Porque claro, hay muchas enfermedades infecciones todavía en circulación; y no son noticia ya, estamos habituados y forman parte de nuestra normalidad. Nosotras utilizábamos las protecciones nuestras propias, a excepción de donaciones que nos vinieron a hacer de pantallas, de personas que las han fabricado y donado y nos las cedieron.
P: Hablando de donaciones, también han llegado a los Hospitales de Zafra y Badajoz la solidaridad que salía de las manos de muchas frexnenses que se han dedicado a hacer batas y mascarillas. ¿Cómo fue la experiencia?
Publicidad
R: Si, efectivamente. Yo la verdad es que me siento muy orgullosa de ser frexnense, y aunque no estoy ahí siempre, siempre vuelvo; y cuando estoy fuera siempre estoy enlazada. Ha habido una etapa en la que me puse en contacto con Mamen Rodríguez, que es sanitaria en el Hospital de Zafra, y hemos estado en contacto y apoyándonos psicológicamente porque creo que han sido muy importantes los contactos de los amigos y de la gente cercana. A raíz de esto le pregunté, dado que es la hermana de nuestra alcaldesa, por las mascarillas que se veían que hacían las mujeres del pueblo y nuestras Madres Agustinas; que me ha parecido que ha sido una obra loable; tanto la idea como lo que se ha conseguido.
Una vez empezaron a hacer batas me puse en contacto con Mamen para saber si podían hacer llegar de las mismas. Porque claro, no queríamos quedarnos sin material. Las batas se gastan con mucha facilidad. Cada vez que entras y sales ese material no sirve. Cuando tienes que volver a entrar lo cambias todo. Entonces por ello me puse en contacto con el Ayuntamiento de Fregenal a través de Mamen, y sin problema, hablando conmigo para que en el menor tiempo posible llegaría la siguiente remesa a Badajoz. Finalmente, esto no fue necesario, aunque tuvimos el visto bueno del Hospital, cuando volví de mi semana de descanso teníamos todo el material necesario y no hacía falta. Me puse de nuevo en contacto con Tina y Mamen para que se cancelara el envío, que sé que se pusieron a disposición de los pisos tutelados, que con seguridad les vino muy bien.
Publicidad
P: Por otro lado, y al hilo de todo esto, ¿cómo lo vivías con tus compañeras? ¿Cómo lo enfrentabais juntas?
R: Si te tuviera que hacer un resumen, ahora mismo lo que se me ha venido a la mente, no es tanto cómo lo enfrentábamos era mucho compartir. La palabra compartir habitualmente se enfoca a algo positivo, algo bueno. Sin embargo, el compartir algo negativo, algo doloroso algo que es desconocido es muy difícil, porque no estás preparada para hacer eso. Compartíamos por tanto el dolor. Yo creo que desde el ser humano no tenemos muchas más opciones de intercambio. No era tanto qué hacíamos allí, sino el nexo que se ha creado entre nosotras por el día el día, por las incertidumbres en el trabajo, incertidumbres en casa. Porque claro, volvíamos y teníamos que enfrentar la situación en casa, con nuestras familias, con nuestros hijos.
Noticia Patrocinada
P: ¿Cómo enfrentabais vosotras cuando volvías en casa?
R: Pues lo enfrentabas dándole ese ánimo que no tenías para ti. Te guardabas ese miedo e incertidumbre y la enfrentabas. Yo recuerdo el día que nos hicieron la PCR, y estábamos todas angustiadas porque no sabíamos los resultados y no nos acercábamos a los nuestros. Yo por ejemplo en mi casa lo tenía todo dividido. Había una parte para mi hijo y otra para mí. Yo no comía con mi hijo, ni cenaba con mi hijo. Él tenía su espacio y yo tenía el mío. Y nada de acercarnos y todo meticulosamente separado. Imaginariamente visualizabas «el bicho», porque para nosotras era «el bicho», y pensabas y te retrotraes para saber si podías tocar aquí o allí o no podrías. Es complicado, es muy angustioso. Se ha dado la circunstancia que hemos tenido que apoyar a una compañera que ha salido positivo, que nos ha pasado. Y apoyarla entre su angustia, ante su miedo. Porque no solo es contagiarte, también son las secuelas. Y pensar te angustia mucho, y te deprime.
P: La verdad, María Luisa, es que es una experiencia que llega mucho a los que estamos aquí y lo hemos vivido desde casa. Esa experiencia entre compañeras y el miedo habéis enfrentado. La verdad es que no se si conocéis lo mucho que os lo agradecemos. De los pocos gestos que ha quedado de ese agradecimiento, aunque parecía que iba perdiendo su significado con el paso del tiempo, fue el aplauso que se daba todos los días a las ocho desde nuestros balcones. En homenaje a los sanitarios para mandar ánimos. Igual los que estabais allí no sentíais lo mismo, pero los que estábamos aquí nos emocionaba poder salir y decir que hay alguien que está luchando por nosotros. ¿Cómo vivíais ese gesto del aplauso vosotras?
Publicidad
R: Yo entiendo que el aplauso, desde el punto de vista del que está confinado y no ha salido en un período de tiempo largo, pues era una cita. No a ciegas, o sí. Porque cada día en el balcón se encontraría a alguien nuevo. Sé de gente que ha hecho relaciones, ha interactuado con vecinos, que era algo que no había hecho nunca. Entonces era como una cita, era un «tengo algo que hacer mañana». Pues ese aplauso de las ocho, muy bien, era un reconocimiento hacia nosotros y, al mismo tiempo, un empoderamiento y una inyección de energía para el que está en casa.
Pero con el tiempo sí es verdad que los sanitarios no hemos querido aplausos. Porque hemos tenido mucho miedo, muchísima incertidumbre y lo hemos pasado muy mal. Lo que de verdad nos gustaría a nosotros era poderle aplaudir a la sociedad. Si la sociedad fuera lo suficientemente consciente de la magnitud que esto tiene y de que hay que seguir las recomendaciones sanitarias. Que no nos podemos relajar. Hace poco he leído un artículo del director de la OMS, que cuenta que no vamos a volver a la antigua normalidad en mucho tiempo. Yo invito a todo el mundo que lo busque y lo lea. Porque, que nos hayan quitado el confinamiento no significa que podamos volver a hacer la vida que teníamos antes. Nos han dicho que ya podemos, poquito a poco, volver a la calle, hacer una cierta vida, porque no podemos dejar de vivir. El país no puede estar sin funcionar, tenemos que trabajar, es la economía. Pero no podemos vivir como hemos vivido antes. Y tenemos que aprender, tenemos que socializarnos con los demás, estar con nuestros amigos, pero con como lo hacíamos antes, con ese calor y esa cercanía. Es duro, es muy duro, pero hay que hacerlo, porque tenemos dos opciones: o aprendemos a vivir con esta nueva situación que tenemos hasta que podamos tener una solución que nos proporcionen, que no va a ser pronto por muy cercana que sea; o nos volvemos a casa otra vez. Y eso es muy duro, porque ya lo hemos vivido. No porque nos encierren, sino por las consecuencias que tenía.
Publicidad
Nota: Esta entrevista es fruto de la transcripción parcial de la elaborada para el programa de informativos de ZF Televisión, organizada a través de la Asociación Cultural Amigos de TVF.
PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.