La situación del transporte de viajeros se ha vuelto insostenible en Fregenal

En menos de una semana hemos publicado en HOY Fregenal tres noticias relacionadas con el transporte de viajeros. Tanto por raíles como por carretera, la desconexión con las principales capitales de referencia ha ido en retroceso desde la pandemia del covid-19, que sufrimos en 2020. Esta fatídica fecha es el punto de partida de un proceso que no parece tener solución, que ahonda en el desarraigo de los frexnenses de sus familias emigrantes en Madrid y Barcelona.

Para muchos estudiantes que hemos tenido que cubrir la distancia entre Fregenal y Madrid, cosa que llevo realizando desde hace 10 años, hemos visto apagarse una línea de autobuses que clamaba por mejoras. Un servicio claramente insuficiente en calidad y que choca con otras conexiones de autobús, con vehículos desfasados, sin conexión a internet de calidad durante más de 6 horas y un olor que penetraba en tu nariz desde que entrabas por la puerta.

No les extrañe que estas más de 6 horas de las que les hablo pudieran transformarse fácilmente en 7 y 8 horas de viaje final, por cualquier mínimo cambio que afectara a la ruta, a lo que habría que sumar el tener que llegar de tu casa a la estación de Méndez Álvaro. Todo ello sumado a una inexistente estación de autobuses, que también desde 2020 no da más servicio que una marquesina para esperar con frío en invierno y calor en verano.

Una verdadera situación de abandono por parte de las administraciones públicas, que les contábamos en 2022, cuando informábamos de los cambios en las rutas de todas las líneas que entonces pasaban por Fregenal, y la supresión de la parada de servicio, que convertía a nuestra localidad en el punto de referencia de todas las líneas de autobús. Un cambio que es causa directa de los últimos anunciados por la administración nacional en la concesión, y que incrementan el abandono.

Porque Fregenal era un verdadero eje de comunicaciones hace 5 años, cuando tenía la principal estación autobuses de la comarca en pleno funcionamiento y con rutas que conectaban y ofrecían sus servicios a pasajeros y conductores. Por el contrario, este último lustro las personas que paraban en Fregenal se veían obligadas a hacer sus necesidades tras los matorrales de la estación, o en el portal del edificio vecino de la Avenida de la Paz.

El pasado lunes anunciábamos en este periódico la buena noticia de que ha sido adjudicada la primera obra de reforma de la estación, que volverá a poner en servicio el edificio 5 años después. Pero en este tiempo de acusaciones cruzadas entre administración autonómica y local, de enfrentamientos abiertos entre Partido Popular y Partido Socialista sobre quién debía asumir las obras, finalmente hemos desembocado en un daño mayor.

La decisión del Ministerio de Transportes y Agenda Urbana de modificar la concesión que opera entre Ayamonte (Huelva) y Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) es el reflejo directo de la inexistencia de un punto de referencia sobre el que operar en nuestra localidad. Sin una estación de autobuses operativa, la ruta que tenía inicio en Madrid y final en Fregenal queda desplazada a Cumbres Mayores. La parada técnica ya se había trasladado a Zafra, que igualmente sale beneficiada con un segundo servicio diario de autobús a la capital del país.

Si sumamos a esta realidad el ferrocarril, la situación se vuelve dantesca. Dos años de cierre iniciados por unas obras de Adif en el puente sobre el río Ardila entre Fregenal y Valencia del Ventoso que se ha convertido en una renovación en profundidad del sistema de seguridad. A pesar de que estas obras pudieran beneficiar a los pasajeros en un futuro, lo cierto es que esta decisión aboca a la desconexión casi total con Huelva, con quienes solamente nos queda un autobús ofertado por Renfe de viernes a domingo, en un viaje que se extiende hasta 3 horas y media. Todo ello sin hablar de la imposibilidad de los vecinos de la sierra de Huelva para viajar a Extremadura.

La ciudadanía ha explotado en redes sociales ante la noticia que publicábamos ayer sobre el cambio en la concesión de autobuses. Pero esta solo es la punta del iceberg si sumamos la desconexión con Huelva, que ya era una realidad hace meses, la existencia de un único autobús diario a Sevilla desde que se cambió la anterior concesionaria, y una casi inexistente conexión por carretera con Cáceres o Mérida. Un panorama en el que ni si quiera es posible contemplar una conexión con Portugal, tan cerca y tan lejos de todos por la incapacidad de trazar rutas que conecten ambos lados de la Raya.

La ciudadanía extremeña lleva décadas clamando por un tren digno ya. Pero mientras este parece que empieza a abrirse paso en las ciudades, como Navalmoral de la Mata, Plasencia, Cáceres, Mérida o Badajoz, los demás pueblos siguen profundizando en su desconexión y abandono. Es por ello que les propongo una reformulación a esta consigna, una coletilla que debemos a empezar a lanzar si queremos que se escuche esta realidad que afecta a una ciudadanía emigrante, como la frexnense: ¡Tren digno ya de Navalmoral a Fregenal!

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