

ALBERTO MÁRQUEZ
Lunes, 20 de agosto 2018, 10:43
Nos acercamos a Rodrigo Vargas, artista local y sobresaliente Cum Laude por su tesis Eugenio Hermoso; que en la presente edición de la Noche en Blanco presentaba su exposición San Miguel. Una muestra de dibujos que nos quieren trasladar hasta el cada vez más desaparecido Conjunto monacal de San Miguel de los Fresnos.
Situado en un cruce de caminos, entre la Colada que une Jerez de los Caballeros y Bodonal de la Sierra, el cordel mestero de Fuente Romero y la Cañada Real Leonesa; los restos del monasterio se conservan tras las lindes de la Cerca Nueva. Un terreno que pisaron los santos Honorio y Exuperancio, promotores de la regla benedictina a la caída de Roma en las tierras situadas a la sombra de Nertóbriga. Dos santos legendarios, que sanaban a los enfermos que cruzaban por el lugar con las aguas de un arroyo que aun sirve de límites para el conjunto.
Rodrigo Vargas ha querido inspirarse en un conjunto tan relevante para la historia patrimonial y artística de Fregenal de la Sierra como este, que sin embargo provoca un sentimiento de indignación y pena, en palabras del mismo autor, cuando comprobamos la falta de atención con la que estos restos permanecen expuestos a la intemperie, invadidos por las plantas y azotados por los fenómenos meteorológicos. Pero no solo la desidia y el abandono han hecho mella en este conjunto, también los actos de vandalismo y expolio descarado a los que viene siendo sometido cíclicamente.
Por todo ello, continúa el artista, este montaje pretende llamar la atención sobre esta situación, remover conciencias y obligaciones a posicionarnos como individuos ante la importancia que tiene la preservación de nuestro pasado para entender quiénes somos y de dónde venimos.
Vargas nos llama, por tanto, a los frexnenses como sociedad a entender nuestro pasado, a quererlo y conservarlo como una forma de comprender nuestra Historia común. Una Historia social que se inicia en las postrimerías del Imperio romano para este desaparecido monasterio, con el impacto que en estas fechas tan primitivas un conjunto paleocristiano tendría en la zona. Una importancia que se traslada hasta nuestros días, dado el bajo número de restos visigodos que podemos encontrar en el sur peninsular. Por todo ello, el autor pretende que esta muestra viaje a otras partes de nuestra Comunidad autónoma, hasta espacios como el Museo Arqueológico de Badajoz, de manera que el resto de extremeños puedan comprender igualmente la importancia de San Miguel para la historia de nuestro pueblo y nuestra región.
Esta exposición también nos permite adentrarnos en la importancia del arte como instrumento reflexivo, como herramienta social para remover conciencias, para que de esta forma respondamos al abandono de nuestro patrimonio, que es arte en sí mismo. Una apología del arte hecha por el propio arte, y una defensa del patrimonio como reflejo vivo de nuestra Historia, que nos permite adentrarnos en el pasado buscando la presencia de la memoria de nuestros antepasados, en palabras de Rodrigo Vargas.
La muestra, que se abrió por primera vez al público para la Noche en Blanco, seguirá abierta de jueves a domingo durante las dos próximas semanas, hasta el día 2 de septiembre, en horario de 11 a 13 horas y de 19 a 21 horas; junto con el resto de exposiciones del Convento de San Francisco.
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