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Imagen de anoche en el salón de plenos del Ayuntamiento de Fregenal.
El Pleno aprueba definitivamente y por unanimidad la nueva Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana

El Pleno aprueba definitivamente y por unanimidad la nueva Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana

Constituye el objeto de ella la previsión de conductas perturbadoras de la convivencia ciudadana y la preservación del entorno urbano

juan ignacio márquez

Viernes, 17 de noviembre 2017, 07:48

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La sesión ordinaria de la noche de este jueves en el Ayuntamiento de Fregenal de la Sierra, daba definitiva luz verde a uno de los trabajos más elaborados y largamente acariciados de esta legislatura, la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana, documento en el que han trabajado, pormenorizadamente, todas las fuerzas políticas locales a lo largo de los últimos meses y que, como es lógico, se aprobaba con la unanimidad de PP, PSOE e IU.

De ahí que la primera edil, agradeciera el trabajo y las aportaciones de todos los grupos, antes y después de la votación, para crear una ordenanza que calificó como viva y muy digna que viene a regular comportamientos incívicos.

Como recoge el propio documento en sí: Es obligación de todos los vecinos y los visitantes de Fregenal de la Sierra actuar cívicamente en el comportamiento ciudadano y, en concreto, en el uso de los bienes e instalaciones mobiliario urbano a disposición del público y de los demás elementos que configuran y dan estilo a esta ciudad.

No obstante, existen en nuestro municipio actitudes irresponsables por parte de individuos y colectivos minoritario con el medio urbano y con los conciudadanos que alteran la convivencia.

Las actuaciones incívicas que se puedan producir en el mobiliario urbano, en fuentes, parques y jardines, en las fachadas de edificios públicos y privados, en las señales de tráfico, en las instalaciones municipales y en otros bienes, suponen unos gastos de reparación cada vez más importantes que distraen la dedicación de recursos municipales a otras finalidades y, al tener que ser afrontadas por el Ayuntamiento, se sufragan en realidad por todos los ciudadanos.

No cabe duda, que estamos ante un fenómeno que trasciende del ámbito de la Administración municipal pero, al ser la ciudadanía la que soporta sus consecuencias degradantes, el Ayuntamiento no puede permanecer ajeno a esta problemática y, en el marco de su competencia, debe combatirla con los medios que el ordenamiento jurídico arbitra.

Constituye decisión de este Ayuntamiento procurar que disminuyan y sean eliminados los actos vandálicos que se producen en este municipio, así como exigir la observancia de las normas sociales de convivencia que impliquen una compostura y corrección y a tal fin es necesario disponer de un texto normativo que, a la vez que defina las conductas antisociales que degradan la ciudad y deterioran la calidad de vida, tipifiquen las infracciones y sanciones correspondientes.

En su preámbulo, señala por último: Esta ordenanza, manifestación de la potestad normativa de la administración municipal, no pretende ser la solución a la compleja problemática que constituyen tales comportamientos sino una respuesta a la preocupación ciudadana ante este fenómeno así como un instrumento de disuasión para los individuos o grupos infractores y un llamamiento a la responsabilidad y al ejercicio del civismo incluso para aquellos a quienes está atribuida su representación, ello, por supuesto, sin perjuicio de las competencias de otras Administraciones Públicas y de la exigible colaboración con la Administración de Justicia.

Esta normativa, responde a la competencia y obligación municipal, establecida en la Ley 7/1985, de 2 de abril, de Bases de Régimen Local, en materias de conservación y tutela de los bienes públicos, de protección de la seguridad de lugares públicos, de policía urbanística, de medio ambiente, así como en materias de tenencia y protección de animales".

Una ordenanza entrará en vigor en la población a los veinte días de su inminente publicación íntegra en el Boletín Oficial de la Provincia.

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