j.r. alonso de la torre
Miércoles, 27 de septiembre 2017, 07:03
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Ando viajando estos días por la Baja Extremadura, conociendo sus tesoros artísticos y sus monumentos espectaculares. Antes de visitar cada localidad, me preparo un poco el viaje para saber cuáles son sus joyas históricas y artísticas fundamentales y fue así, preparando mi excursión a Fregenal de la Sierra, como reparé en un caso poco conocido de desaparición de una obra de arte extremeña de primer orden, un maravilloso San Miguel Arcángel, esculpido hacia el año 1460, que debería estar en Fregenal de la Sierra, pero que se encuentra expuesto en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
Tras conocer las vicisitudes del caso, bien podríamos llamar a la patria chica familiar del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, la Sigena extremeña por la semejanza con lo ocurrido en el monasterio de Santa María de Sigena, Sijena o Sixena, fundado el año 1188 por las monjas de la Orden de San Juan de Jerusalén en un pueblo oscense de Los Monegros llamado Villanueva de Sigena.
El monasterio albergaba una serie de obras de arte que acabaron en Cataluña. Las pinturas de la sala capitular del monasterio se extrajeron durante la Guerra Civil para ser protegidas y ahora se pueden admirar, pues admirables son, en una sala del Museu Nacional d'Art de Catalunya. Otros tesoros de Sigena fueron vendidos por las monjas a la Generalitat catalana en los años 80 y 90 del pasado siglo, sin permitir que el gobierno de Aragón ejerciera su derecho de tanteo. Fueron en total 96 piezas más las pinturas de la sala capitular.
Tras recurrir a los tribunales, el ayuntamiento de Villanueva de Sigena obtuvo sentencia favorable, que declaraba nula la venta de estos tesoros aragoneses y ordenaba su retorno. Cataluña devolvió a Aragon 53 obras de Sigena, pero reteniene las mejores. Así están las cosas en el caso de Sigena. ¿Qué ha sucedido en el caso de Fregenal de la Sierra? Aquí, para empezar, no hay contencioso. Tampoco se trata de un centenar de obras de arte, sino de una solamente, pero de una valía incalculable. Es un San Miguel Arcángel, realizado hacia el año 1460 en terracota policromada por el escultor parisino Lorenzo Mercadante de Bretaña, que tuvo, entre 1454 y 1468, taller en Sevilla, ciudad muy relacionada histórica y, en su momento, administrativamente con Fegenal.
A Mercadante, se le encargaron obras como la Virgen con el Niño y la Piedad, que actualmente se conservan en la iglesia frexnense de Santa Catalina. La Virgen con el Niño fue una de las estrellas de la exposición 'Nosotros, Extremadura en su patrimonio', celebrada en la iglesia de San Francisco Javier de Cáceres entre octubre de 2006 y enero de 2007.
Pero Mercadante de Bretaña realizó otra obra señera por encargo de notables de Fregenal: un San Miguel Arcángel, también de terracota policromada y esculpido según los cánones del gótico medieval, que estuvo en la antigua ermita de San Miguel, de donde pasó a la iglesia de Santa María, junto al castillo frexnense. Aunque donde realmente está y se expone desde hace años es en el Museu Nacional d'Art de Catalunya, donde se puede contemplar la admirable finura estilística de Mercader creando, en terracota policromada y dorada, esta maravillosa obra de arte, que debería admirarse en Extremadura, pero es admirada en Barcelona.
¿Cómo acabó San Miguel en Cataluña? La historia, según recoge el catálogo de la exposición «Nosotros», es la siguiente: en 1929, con motivo de la Exposición Universal de Barcelona, se envió la imagen de San Miguel Arcángel desde Fregenal hasta Barcelona para que fuera expuesta en el magno certamen expositivo. Durante el viaje, la imagen sufrió algunos desperfectos, sin embargo, no fue devuelta a Fregenal, sino que acabó en 1932 en la colección privada Plandiura, de donde pasó al MNAC. En el catálogo del museo catalán se aclara que procede de Fregenal de la Sierra (Badajoz), pero no se especifica cómo fue robada ni cuándo será devuelta.
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