Costaleros de María bajo la advocación de La Soledad

Los veíamos en la salida de la procesión de la Virgen de la Soledad desde el templo de Santa María en la noche de este Viernes Santo, pero se encontraban y se encuentran cada año, desde su discreta posición en el cortejo en la base, el soporte y el sostén de una fiesta sin cuyo concurso nada sería posible.

Sin duda otro profundo misterio de la Semana Santa sustanciado en un voluntariado real dispuesto a darse hasta el punto de soportar grandes cargas durante horas, con lo que ello supone. Algo que, sin embargo, contrasta con esas otras conclusiones que, a la ligera, y con demasiada asiduidad escuchamos sobre el compromiso de los más jóvenes con las tradiciones de la iglesia.

Su trabajo tras los respiraderos, esa celosía que se coloca alrededor de los pasos para que, al menos puedan ver mínimamente, y respirar, sin ser vistos y desde el más absoluto anonimato, poniendo toda su capacidad al servicio de duras y no siempre cómodas trabajaderas, es un gesto encomiable, digno de todo elogio.

VIERNES SANTO

En lo que se refiere a la jornada del Viernes Santo en Fregenal, todo culminaba con la salida a las once de la noche de la procesión de la Virgen de la Soledad desde el templo de Santa María.

Con la puntualidad que suele hacerlo este cortejo, comenzaba a salir la cruz de guía y el pequeño grupo de nazarenos a los que unían grupos de mujeres con velas encendidas, siguiendo la tradición de esta procesión en la ciudad.

Tras la salida, tránsito por el interior del Paseo de la Constitución para desde ahí reemprender la estación de penitencia.

Acompañaba el cortejo la banda de la Asociación Músico Cultural de Fregenal de la Sierra dirigida por Juan Luis Generelo, que también intervenía en el cortejo de la mañana. Una jornada del Viernes Santo que se desarrollaba rodeada de mucho ambiente en las calles en el entorno de la procesión del Santísimo Cristo del Perdón y la Virgen de las Angustias, que partía alrededor de la una y media de la tarde desde el templo de Santa Catalina.

En esta ocasión, bella saeta al Señor antes del comienzo del cortejo, a la conclusión del Sermón de las Siete palabras y bendición del nuevo estandarte de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Almendralejo, que regresaba a la procesión de la mañana de este Viernes Santo en Fregenal, estrenando este año su nuevo símbolo que bendijo el párroco de la población.

Una cofradía que también recorría su estación de penitencia con estrenos, en esta oportunidad, las andas del Señor, recién bendecidas también para la procesión de este año, ajustándose la estructura básica de las antiguas andas de la Virgen de la Salud con nuevos respiraderos y creaciones en madera de Carpintería Ebanistería Sánchez.

Como de costumbre, hermosas en la calle resultaban estas dos joyas de la imaginería frexnense, la primera de Jorge Fernández Alemán y la Piedad referenciada con Mercadante de Bretaña.