Pablo Márquez recibe importantes elogios tras su concierto en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla

Pablo se mostró cómodo y muy arropado por un público que, prácticamente, llenó el patio de butacas de la Sala de los Carteles de la emblemática Plaza de Toros de Sevilla, por la que han venido pasando, en estos días, artistas de diferentes países a través del brillante ciclo de música organizado por Juventudes Musicales con motivo de su XXVI Festival de Primavera.

El joven intérprete extremeño realizó de corrido un completo programa sin descanso en la primera parte del concierto, mostrando sus dotes musicales con la interpretación de los cuatro Impromptus del Opus 142 del compositor Franz Schubert (1797-1828) partiendo del Allegro moderato en Fa menor y scherzando en el núm. IV, pasando por las hermosas variaciones en Si bemol Mayor de la parte III.

En el segundo tramo de programa, un bloque más cercano en el tiempo, llevó al público sevillano hacia la Sonata n. 4 de Alexander Scriabin (1872-1915), plagada de desconcertantes acordes, bien medidos por el joven músico, para continuar con Isaac Albéniz ((1860-1909) y su sublime "Corpus Christie en Sevilla", de la Suite Iberia, que escuchado en esta sala tenía un sabor muy especial, fue largamente aplaudido por el público asistente.

Por último, se cerraba el programa oficial previsto con otra joya del siglo XX, en este caso del maestro francés Claude Debussy (1862-1918), 'La isla alegre' plagada de vertiginosos y dinámicos ejercicios, como especialmente diseñados para culminar el concierto.

El crítico musical Pablo J. Vayón se refería a Pablo Márquez, como un "Joven virtuoso con alma" y Julio García Casas, presente en el concierto, afirmó: "Más que una joven promesa, Pablo es a día de hoy una firme realidad. Su recital fue precioso, tiene una gran musicalidad y un futuro muy rico como pianista y como músico".

Antes de iniciarse el concierto Pablo Márquez recibió un ejemplar de obra 'Dedicatorias', creada por el pintor sevillano Diego Coca, sustanciada en el paso de diferentes músicos por la ciudad de Sevilla, entre ellos el propio Pablo con motivo de su primer concierto en el Pabellón Domecq del Parque de María Luisa, en mayo de 2007.