
alberto márquez carrascal
FREGENAL DE LA SIERRA
Jueves, 7 de mayo 2020, 08:00
El lema de la Orden de San Agustín recoge la máxima de la regla agustiniana, Anima una et cor unum in Deum («Una sola alma y un solo corazón orientado hacia Dios»). Una cita que recoge el legado del obispo de Hipona a la cristiandad y que también sirve de guía a las Madres Agustinas de nuestra localidad. La congregación, fundada en 1605 por Alonso de Paz, contó con hijas de Fregenal desde un principio entre sus componentes. Así, a la primera Abadesa, Dña. Beatriz de la Asunción, sobrina del fundador, y a las otras tres integrantes originales de la orden en Fregenal, llegaron en tan solo dos años a sumar 14 integrantes basadas en esta regla.
Los tiempos que vivimos, que se postulan tan inhóspitos para los legos, son parte de la vida de estas monjas dedicadas a la contemplación de la vida y la oración. Su vida en clausura dista bastante de nuestro confinamiento, pues su dedicación posee un hábito ancestral que se retrotrae cinco siglos en nuestra ciudad, y muchos más en todo el mundo.
La congregación siempre ha sabido adaptarse a las circunstancias de cada tiempo. Ya en la Guerra de la Independencia, las Madres Agustinas abrieron sus puertas a las hijas de Fregenal para resguardarlas de la violencia de las calles. Incluso sirvió de cobijo a la Madre de los Remedios, como forma de mostrar la unión entre los frexnenses y esta congregación. Ya entrados en el siglo XX, las Madres confirmaron su pervivencia gracias a tareas como la venta del ramo de jazmín, el colegio de primaria o la residencia de estudiantes.
En la actualidad, las 12 componentes de la congregación, once monjas de votos solemnes y una postulante; mantienen esa tradición, en buena parte a las donaciones de los frexnenses y devotos. Y muy especialmente, gracias a la elaboración y venta de dulces conventuales. Con ese cometido, las Madres Agustinas han abierto su producción a todo el mundo a través de internet.
El confinamiento de la población impide las visitas al obrador que se encuentra en el mismo Convento de la Paz. Esto supone la merma en los ingresos de una congregación que se ha volcado, junto con el resto de la sociedad, para luchar contra el coronavirus. Los trabajos de estas monjas se dedicaron a elaborar de forma altruista mascarillas y batas para los sanitarios, sumándose al grupo de 40 mujeres frexnenses que realizaron estas labores.
Ellas mismas nos cuentan que a esta labor se une su «oración intensa en estos días, cada día a las doce del mediodía. Repican las campañas del Convento en señal de unidad a todos los que las personas que están al frente de la lucha contra el coronavirus, especialmente por el personal sanitario. También, como una forma de dar fuerza a todo el que sufre por la enfermedad o perdida de un ser querido».
Ahora, las Madres abren su obrador online con la esperanza de que parte de esa labor emanada de la máxima de la Caritas cristiana torne en solidaridad. En los pasados días también han promocionado una campaña para recoger donaciones que sustenten la supervivencia del Convento. De esta forma, el sustento de la congregación podría asegurarse a través de su trabajo artesanal, cuyas recetas conventuales se hacen delicias en los paladares de frexnenses y visitantes. Para más información, podrán dirigirse a la web www.agustinasdefregenal.com.
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