
Es Fregenal de la Sierra la cuna de largas generaciones de iletrados. Los datos estadísticos sobre alfabetización, recogidos por los anales, muestran que las poblaciones rurales como la nuestra marcaban datos sangrantes de analfabetos hasta bien entrados en el siglo XX. Es irónico, por tanto, que los fundadores de la idea de Fregenal, que enmarco en el siglo XIX, como todos los movimientos de resurgimiento cultural, escogieran un lema en latín, atribuido a Arias Montano (quién sabe quién lo escribió), y que defiende la grandeza de las letras frexnenses.
El paso de los siglos dio como resultado alcanzar el presente período democrático, donde las tasas de analfabetismo desaparecieron con la extensión de la Educación Pública y de calidad a toda España. Al contrario de los frexnenses de hoy, que pueden leer estas líneas de HOY Fregenal, los panchurros contemporáneos del Eco de Fregenal no las entendían. La democratización del saber es, en estas letras que ustedes leen ahora mismo, la última trinchera de la razón.
Los medios de comunicación tradicionales, como el periódico en papel, han sabido con mayor o menor destreza adaptarse a la era digital. En estos meses que me he preciado en acompañarles, y en los años que estuve ayudando al corresponsal más prolífico de nuestro pueblo; hemos demostrado que es posible. La ventana de internet es esencial, y nos acerca aun más a la información veraz, contrastada y de calidad.
Queda en ustedes, lectores, la responsabilidad de saber discernir entre la verdad y el bulo. Las redes sociales de nuestro pueblo suelen caracterizarse por la gresca y mucho espanto en los comentarios. Una lectura sosegada de la información contrastada les permitirá ver que, en realidad, los extremismos no son tales sino máscaras bucólicas. La mesura, el respeto, la razón en definitiva, se consigue con mucho más esfuerzo que el engaño y las mentiras. Por eso, en estas líneas de despedida, por diversos motivos que me devuelven a Madrid, les recomiendo leer con calma y con sentido crítico. Gracias por hacernos líderes de información. En mi corazón y mi alma las raíces de los fresnos se agarran tan fuertes que no habrá kilómetros que las arranquen.
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