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Ángel del Cid Pol Canal Extremadura
El legado de Ángel del Cid a Fregenal

El legado de Ángel del Cid a Fregenal

El lunes 4 de enero recibía sepultura en nuestra ciudad, Ángel del Cid Pol, hijo adoptivo de Fregenal de la Sierra, quien fallecía días antes en Madrid, su ciudad de residencia habitual

Juan F. Ceballos Fabián

Sábado, 9 de enero 2021, 12:59

Siempre es difícil escribir sobre alguien cuando no has tenido una relación muy estrecha con esa persona, y aunque me hubiera gustado que la mía con Ángel lo hubiera sido, lo cierto es que se circunscribe a encuentros esporádicos, normalmente para tratar temas de su interés, que eran también del interés general, siendo algo más intensa en los años en los que fui alcalde de Fregenal.

Y si es difícil escribir sobre alguien a quien has conocido poco, lo es aún más si se trata de un personaje con la personalidad de Ángel, que a nadie dejaba indiferente, no coincidiendo en más de una ocasión con su visión de las cosas.

Se agolpan los adjetivos en distintos sentidos que he oído a lo largo de estos años sobre él, reconociendo que, como todo en la vida, cada uno adjetiva según le ha ido o según su perspectiva, no siendo objeto de este escrito el análisis de los mismos, que daría para muchas horas de escritura.

Pero más allá de las distintas opiniones que cada uno podamos tener de él, existen realidades que, como tal, resultan indiscutibles.

Y es una realidad que ofreció cobijo laboral en su compañía de fotocopiadoras, a decenas de frexnenses que en los años 80 y 90 se marcharon de Fregenal a buscar fuera lo que cada vez escaseaba más por estas tierras, como durante años también hizo otro frexnense adoptivo como es Antonio Cárdeno, pasando por la extinta Galerias Preciados, muchos de nuestros entonces jóvenes, que iniciaban así su vida laboral.

Y realidad es también el cambio de trayectoria económica y social y que influyó positivamente en nuestra demografía, provocados en Fregenal a partir de los primeros años de la década de los 90, cuando triunfando en los círculos madrileños, decidió apostar, con la inestimable ayuda de la Junta de Extremadura presidida por Rodríguez Ibarra y la firme voluntad del Gobierno Local de Moreno Gamito, por nuestra ciudad, debiendo incluso comparecer como testigo en los tribunales, por una denuncia presentada por un partido entonces en la oposición, por una presunta ilegalidad en la venta de los terrenos en donde hoy se asienta MAFRESA, no dándose por vencido pese a lo desagradable de la situación y demostrando su carácter irreductible.

El cambio de trayectoria se plasmó en proyectos empresariales e inversiones, que contaron con subvenciones públicas y que dieron lugar a la instalación de MAFRESA y el Hotel Cristina, asociándose con su amigo Jesús Samper en la instalación de MARGRASAM, que aunque desaparecida de Fregenal por cuestiones del mercado, sirve hoy de sede para una nueva empresa, que sin la existencia de la primera hubiera sido probable que no hubiera terminado entre nosotros. Subvenciones a las que tuvimos derecho todos, pero que por desgracia para nosotros usaron menos empresarios de lo deseado.

Ángel nos ha dejado MAFRESA, una industria que, a pesar de las dificultades pasadas, da empleo directo hoy a más de 250 personas, no ya de Fregenal, sino de toda nuestra comarca. Y el Hotel Cristina, que aunque con dificultades por la actual situación, no solo ha dado empleo a más de una veintena de personas, sino que ha constituido durante décadas todo un referente hotelero para Extremadura y parte de Andalucía e incluso Portugal, y espero que así siga siendo.

Y después está el legado intangible. Como el orgullo y alegría que sentía cuando veía que el AVE Madrid-Sevilla, vendía roscas hechas en mi pueblo, como lo siento hoy cuando veo Komvida, productos de Estirpe Negra o de Tomás González, productos de Quesos de la Sierra o de cualquier otra marca frexnense, de venta en Madrid o en Canarias, o veo las decenas de vehículos aparcados a las afuera del matadero, señal inequívoca del número de personas que allí trabajan. Intangibles que afectan a la emoción y al ánimo, en este caso colectivo y de manera positiva, que tantas veces nos está negando en la actualidad las circunstancias que vivimos.

Deberíamos imaginar por un momento, lo que hubieran sido todos estos años y sería Fregenal y esta comarca en estos momentos sin el legado de Ángel del Cid y cómo nos podría haber afectado a cada uno de nosotros las inexistencias de MARGRASAM, cuyas instalaciones dan cobertura física hoy a otra empresa, del Hotel Cristina y sobre todo, de MAFRESA.

Se podrá discutir sobre lo que hizo y cómo lo hizo, pero hoy prefiero quedarme con que lo hizo, teniendo en cuenta que si su personalidad y estilo hubieran sido otros, puede que no lo hubiera hecho, pareciéndome justo reconocer las mejores consecuencias que su vida tuvo para cientos de frexnenses.

Para finalizar, mi recuerdo y reconocimiento a Rosa, su compañera durante casi toda su vida, sin cuya existencia es muy probable que estas realidades no se hubieran dado, animándola a que, junto con sus hijas, sigan contribuyendo al bienestar de los frexneses, tomando la mejor de las decisiones posibles para el futuro de ese nuevo símbolo de nuestra ciudad, como es hoy el Hotel Cristina y, por tanto, para la propia Fregenal a la que tanto quieren.

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