La Junta retrasa los Presupuestos 2021 por la incertidumbre del coronavirus
El Gobierno regional espera a conocer las previsiones de ingresos del sistema de financiación autonómica para cerrar su cuentas
Extremadura tampoco cumplirá los plazos para la elaboración de los Presupuestos autonómicos de 2021. El Gobierno regional ha decidido retrasar la presentación de las cuentas a la espera de conocer con mayor fiabilidad la previsión de ingresos, principalmente por la incertidumbre sobre la financiación autonómica que ha generado la crisis del coronavirus.
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El Estatuto de Extremadura establece que el proyecto de Presupuestos debe presentarse ante la Asamblea antes del 15 de octubre con el objetivo de que puedan estar aprobados de cara al nuevo ejercicio. Sin embargo, en los últimos años ha sido una constante el aplazamiento respecto a la fecha de referencia, lo que ha impedido que las cuentas estuvieran en vigor en su momento y por tanto ha obligado a tramitar prórrogas, en algunos casos con solo unos meses de duración.
Esto se ha debido a la situación política en la región durante el mandato en minoría del PSOE en la pasada legislatura, pero sobre todo a la inestabilidad en el Gobierno de la nación, con mociones de censura, elecciones anticipadas y cambios en el ejecutivo. Sin ir más lejos, el pasado año se decidió aplazar la tramitación de las cuentas autonómicas a noviembre debido a la incertidumbre sobre el pacto entre Pedro Sánchez y Podemos y la aprobación de los Presupuestos del Estado.
Las entregas a cuenta están vinculadas a la recaudación y suponen más de la mitad del presupuesto regional
La situación no ha mejorado y las cuentas estatales para 2021 siguen en el aire, pero ahora se añade el impacto económico causado por la pandemia de covid-19. La principal diferencia es que, en años anteriores, la Junta al menos contaba con una previsión de ingresos por el sistema de financiación autonómica, una información que el Ministerio de Hacienda suele facilitar a comienzos del verano. Aunque su materialización dependía del Gobierno en Madrid, al menos bastaba para elaborar un proyecto de cuentas regionales. Pero este año ni siquiera se dispone de esos datos. De ahí que se haya decidido retrasar la tramitación del proyecto extremeño.
El importe de las entregas a cuenta es fundamental para elaborar el Presupuesto autonómico, ya que suponen más de la mitad de los ingresos. En el presente año, con unas cuentas que superan los 6.000 millones de euros, las cantidades asignadas al sistema de financiación suponen más de 3.100 millones de euros.
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Esa cantidad procede por un lado de los impuestos cedidos (IRPF, IVA y gravámenes especiales) y por otro de una serie de fondos que componen el sistema de financiación. En ambos casos están ligados a la actividad económica y la recaudación. El impacto económico del coronavirus obliga a adaptar las previsiones de ingresos ante la paralización generada primero por el confinamiento y después por la llamada nueva normalidad. El presidente de la Junta, Fernández Vara, afirmó el viernes que el Gobierno quiere esperar a conocer el crecimiento del tercer trimestre para tomar decisiones sobre 2021.
A esto se suman la aportación extraordinaria que ha supuesto el Fondo Covid de 16.000 millones de euros. La Junta espera recibir más de 270 millones de euros por esa vía, unos ingresos que previsiblemente no se repetirán en 2021. Aunque tampoco se incurrirá en ese gasto, esa diferencia deberá recogerse en las cuentas autonómicas.
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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estima que los ingresos por el sistema de financiación caerán el próximo año entre un 9 y un 12% para las comunidades de régimen común, como Extremadura. Para la región eso supondría una caída de 300 a 400 millones de euros.
Fondos europeos
A la incertidumbre por las transferencias estatales se suman las entregas procedentes de fondos europeos, que también están condicionados por la crisis del coronavirus. En el Presupuesto autonómico de este año suponen cerca de 1.200 millones de euros, aunque buena parte tiene un fin condicionado, como las ayudas de la PAC.
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La Unión Europea debe aprobar un nuevo Marco Financiero Plurianual para el periodo 2021-2027. Las bases ya están sentadas, pero aún deben cerrarse las cuentas. En este caso, hay incertidumbre tanto en las ayudas de la PAC como en el resto de partidas, pero también puntos a favor, como la modificación que exime a las comunidades autónomas de cofinanciar las inversiones que se realicen con fondos comunitarios o la posibilidad de cambiar el destino de partidas para hacer frente a la crisis del coronavirus.
En el próximo ejercicio podrían incluirse tanto las primeras aportaciones con cargo al nuevo periodo 2021-2027 como los remanentes del sexenio anterior, ya que los fondos se podrán gastar hasta 2023. A eso se suman los planes adicionales para luchar contra el coronavirus. Eso puede suponer un aumento de ingresos, aunque también podría darse una reducción en otras áreas. El problema es que ni siquiera se conocen los reglamentos sobre estos fondos.
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