Entre jotas y fandangos

Mientras en Madrid andan liados con las cosas de Ayuso y Bolaños, temas de alto protocolo y baja política, y en España el conflicto mezcla a jueces, fiscales, políticos, malversación e inflación, en Extremadura nos hemos liado con un fandango y dos vírgenes. Esta tierra es encantadora. Aquí, los políticos fulleros y peleones tienen poco recorrido porque la gente es muy escéptica en lo terrenal, pero muy emotiva en lo celestial y si algún candidato sale por peteneras, queda en ridículo y se le hace el vacío, pero si mezclamos a la Virgen con los fandangos y las jotas, se monta un revuelo de los gordos y estamos entretenidos durante varios días.

Así que este viernes empieza la campaña electoral y en vez de alborotarnos con la política, andamos discutiendo sobre si los de El Redoble de Cáceres pueden cambiar la letra del Fandango de la Virgen de los Remedios para dedicárselo a la Virgen de la Montaña, como denuncian Los Jateros de Fregenal de la Sierra, o si, por el contrario, es lícito cantar las jotas y los fandangos como a cada uno le venga en gana y con la letra que mejor le parezca.

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