
ALBERTO MÁRQUEZ CARRASCAL
FREGENAL DE LA SIERRA
Miércoles, 6 de mayo 2020, 08:00
Mañana del martes, 5 de mayo. La vida en el centro del pueblo está más encendida que ayer tarde. Aprovechamos el paseo para hacer la compra semanal para pasar por uno de los locales que ha reabierto, aunque el aspecto exterior o la puerta cerrada no nos dan pistas de que sea así. Podemos adivinar su reapertura gracias a un cartel colocado en la esquina del mismo. Giramos la calle Virgen de la Salud donde Ángel y Pilar se encuentran preparando churros y patatas fritas.
«La verdad es que el confinamiento ha sido muy complicado», nos comenta Ángel, «ha sido duro estar completamente parados mientras se iba solucionando la crisis». Su negocio, como buena parte de los que se encuentran en el Paseo del Pilarito estaba cerrado desde que se decretara el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Pasa lo mismo con la churrería que se encuentra al otro lado de la plaza, la de Ruperto, que se encuentra cerrada a nuestro paso. Lejos quedan los veladores que se amontonaban en el Paseo de la Palma cualquier fin de semana, o en días como estos, en los que el calor requiere de una bebida refrescante. Solo se dibujan letreros abiertos en los comercios de bienes de primera necesidad, que abundan en el Pilarito; o los kioscos por la prensa.
Sin embargo, el paso a la fase 0 permite a los locales de comida iniciar repartos a domicilio y encargos para recoger en el local. «Esta mañana habrán venido unas 50 o 60 personas por aquí», continúa Ángel mientras prepara una tanda de churros. Igual que en otros locales que reabren, tanto él como Pilar portan pantallas protectoras, para poder prevenir cualquier tipo de contagio. Otros bares de Fregenal se han sumado al reparto a domicilio, como es el caso del Bar Lara, que hoy permanece cerrado en el Paseo de la Constitución, flanqueado por La Montanera y el Bar.
Justo en frente se encuentra el Bar Coliseo, en cuyo interior encontramos a Alberto y José Manuel; los que todos conocemos como los «Mellis». Empiezan la preparación de su local aunque tendrán que esperar hasta el lunes. «Al menos podremos poner los veladores al 50%», nos comentan, «y con eso empezar a que todo esto vuelva a funcionar poco a poco».
Los fogones también están apagados en el Bar España, con las luces apagadas y puerta cerrada. Este año no pudimos disfrutar de un vino en sus veladores, ni tampoco de la habitual caseta que prepara Manolo en el Nito por el Domingo de Milagros, o los dulces de Risco para merendar. Al igual que los bares del centro, los de barrio esperan ansiosos la reapertura de sus veladores el próximo lunes. Del Carloto a la Jarrita; pasando por Los Galgos, La Sierra, La Bodeguilla, Stop, La Parrilla, El Parador, La Parada, Solana, Ábaco, Picasso, el Pensionista, los restaurantes de los hoteles Cristina y Fregenal o el Complejo Mallorca. Una larga lista que son la solera de nuestro pueblo, y que desde la lucha que todos tienen ahora por resistir, esperan ansiosos su reapertura, aunque sea a fuego lento.
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