Borrar
El Maestre de los Templarios Juan Fernández Gay y Pay Gómez Barreto jugando al ajedrez lIBRO DEL AJEDREZ POR ALFONSO X - 1283
Gonzalo Sánchez de Troncones, Señor de Fregenal

Gonzalo Sánchez de Troncones, Señor de Fregenal

El personaje aparece citado entre otros muchos sitios, en la Crónica de Alfonso el onceno, que relata la vida del Rey Alfonso XI y el famoso sitio de Algeciras

José Antonio López Rodríguez

Pontevedra

Lunes, 12 de diciembre 2022, 13:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde tiempos de los romanos, Fregenal perteneció a la jurisdicción de Sevilla, al «conventus hispalensis» de la Bética. Pero en 1283, el Rey Alfonso X se la dio al Maestre del Temple Juan Fernández Gay, con la protesta de Sevilla, que la recuperó en 1308 al producirse el secuestro de los bienes de la Orden de los Templarios y su desaparición.

Al año siguiente se convirtió en Señor de Fregenal Gonzalo Sánchez de Troncones, que lo fue de 1309 a 1312 en que murió sin descendencia. Entonces, Fregenal volvió a Sevilla.

Pero, ¿Quién fue éste caballero que por un breve período de tiempo tuvo jurisdicción sobre Fregenal?

Su vida estuvo estrechamente vinculada a la de Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno, fundador de la casa de Medina Sidonia.

Guzmán el Bueno, por desavenencias con Alfonso X ejerció el derecho de los hidalgos castellanos a elegir Señor y se fue a África, donde fue puesto al frente de la milicia cristiana, fuerza de choque del Sultán Abenyuçef en su reino de Fez, para aplacar rebeliones y cobrar impuestos.

Estaban en aquel siglo muy generalizadas estas milicias cristianas que mantenían el orden frente a las tribus bereberes y garantizaban las misiones comerciales de catalanes y aragoneses en el norte de África.

Puso como condición Guzmán el Bueno, no luchar nunca contra otros cristianos.

Aceptada su propuesta, Abu Yusuf, que también aparece así en las crónicas, lo hizo guarda mayor de su casa y capitán de todos los cristianos que tenía a su servicio, unos seiscientos, entre ellos los famosos caballeros Farfanes, linaje que después se establecería en Sevilla dando origen al apellido Farfán de los Godos.

A instancia suya el Emir puso en libertad a todos los cristianos cautivos que se hallaban en el reino, formando un cuerpo de 1600 jinetes, que entre otros cometidos empleó para cobrar los tributos debidos por las tribus, cosa que siempre logró Pérez de Guzmán, sacando buena renta de dichas campañas tributarias, ya que el sultán le daba la mitad de lo recaudado, de lo cual el jefe cristiano repartía la mitad de esa cantidad entre sus hombres, hallándose entre ellos Gonzalo Sánchez de Troncones, que ejercería posteriormente decisiva influencia en la política meriní.

Sánchez de Troncones fue un militar de la máxima confianza de Guzmán el Bueno. Como tal, participó en la expedición que cruzó el estrecho escoltando a la mujer de Guzmán el Bueno, María Alonso Coronel, que fingiendo desavenencias con su marido, fue autorizada por el Sultán para marcharse a Sevilla y llevar consigo un gran tesoro.

Gonzalo Sánchez de Troncones permaneció en África cerca de 20 años. Allí, las milicias cristianas continuaron al servicio de los soberanos benimerines, y los jefes de esas milicias llegaron a ser tan poderosos que en la sucesión de sultanes lograron a veces imponer a su candidato contra el de otros partidos. Tal fue el caso del castellano Gonzalo Sánchez de Troncones, que proclamó a Abu-l-Rabi'.

Estuvo casado con Emilia de Mendoza Manzanedo, emparentada con el Almirante de Castilla Juan Mathe de Luna.

Por su valerosa actuación como Adalid Mayor del ejército cristiano sobre Algeciras, algo parecido a un General Jefe de Estado Mayor, el Rey Fernando IV pidió a Sevilla su plácet para concederle el Señorío de Fregenal.

El documento se conserva en la Biblioteca Nacional: «Por faser bien et merced a vos Gonçalo Sánchez de Troncones por muchos servicios que me avedes fecho… dovos e la villa de Frexenal con su castiello et con sus aldeas et con todos sus términos… montes, pastos, aguas… para vos et para vuestros fijos, para siempre jamás por juro de heredat…»

El personaje aparece citado entre otros muchos sitios, en la Crónica de Alfonso el onceno, que relata la vida del Rey Alfonso XI y el famoso sitio de Algeciras.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios