Fregenal despide con sones de tamboril y gaita a Rafael Sequera

La iglesia de Santa Ana se llenaba para despedir al guión de la Virgen de la Salud

Alberto Márquez

FREGENAL DE LA SIERRA

Sábado, 19 de agosto 2023, 20:23

El paso lento del toque de Rosario marcaba la entrada del féretro de Rafael Sequera en el templo de Santa Ana la Mayor. Fregenal de la Sierra se reunía en la iglesia para despedir al más longevo de los danzaores de la Virgen de la Salud, el único «guión» de la danza que varias generaciones han conocido al frente de este grupo de hombres.

Publicidad

Rafael Sequera inició sus primeros pasos al son del tamboril con tan solo 16 años, en el año 1966. Su familia es una de las mayores estirpes de danzaores de la Virgen de la Salud, iniciada por su abuelo Rafael, continuada por su padre Fernando, sus tíos Miguel y Narciso, y continuada por sus hijos Rafael y Ángel. Cuatro generaciones de danzaores que convirtieron a Rafael Sequera en un verdadero símbolo de la Fiesta y de la Danza de la Salud.

La elegancia y esbeltez con que ejecutaba la danza atraía las miradas hacia las cintas verdes que portaba como «guión» del grupo titular de danzaores. Un paso seguro y una profunda mirada a la Virgen de la Salud, como destacaba el sacerdote Francisco Pérez, que ofició la ceremonia. Un último baile en el homenaje que Fregenal entero le tributó el 8 de septiembre de 2022, el último día que Rafael pudo bailar ante la Virgen de la Salud. Una procesión llena de sentimientos que culminó con una sonora ovación, mientras el «guión» no apartaba los ojos de su Madre de la Salud.

En la despedida, palabras emotivas de Andrés Serrano, secretario de la Hermandad, que recordó la misma esencia de la danza que simbolizaba Rafael. También llenas de sentimientos las palabras de Leocadio, el tamborilero que solamente ha conocido en todos sus años acompañando la danza a Rafael como «guión» del grupo titular de danzaores. Mostraba Leocadio en sus palabras el mismo sentir que toda la iglesia, al plantearse la pregunta de qué será de estas fiestas sin él, y recordando el amor que profesaba a Nuestra Virgen de la Salud.

Las palabras se cerraron con el último toque de danza, en un bruñir tectónico sobre el tamboril que removía las paredes del templo y traspasaba las almas de los allí presentes. Todo el pueblo se ponía en pie al unísono con el sonido de la gaita que despertaba las más antiguas sensibilidades de los frexnenses. Rafael Sequera se despedía como siempre, mirando a la Virgen de la Salud, al son del tamboril, ejecutando su última danza para la eternidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido

Publicidad