
Bastimento significa conjunto de provisiones destinadas al abastecimiento de una ciudad, ejército etc. La antigua calle del Bastimento es la continuación de la antigua calle del Cuartel, actual Adelardo Covarsi y de ahí es posible que venga el nombre que llevó durante siglos.
Allá por el final del 1400, había guerra entre Portugal y España por la sucesión a la Corona que finalmente ganó Isabel la Católica. La fortaleza de Encinasola fue reconquistada a los portugueses por el frexnense Juan Martínez Tinoco al que los Reyes Católicos recompensaron designándolo Teniente del Castillo a principios de 1479, al parecer con un sueldo importante. Debió ejercer el cargo como un auténtico señor feudal de horca y cuchillo.
Eran tierras difíciles de gobernar pues formaban parte del territorio de la Contienda que durante tanto tiempo no fueron ni de Portugal ni de España. Caso parecido al de la Reyerta en Valencia de Mombuey o al del Couto Mixto en la Raya de Orense. Terras promiscuas según denominación portuguesa. La Contienda: 123 kms cuadrados entre los actuales términos de Aroche, Encinasola y Moura, que fue tierra de nadie desde la reconquista, del siglo XIII al XIX.
Sólo unos meses después de nombrar a Tinoco, a finales del año de 1479, los Reyes Católicos deciden darle el gobierno del castillo de Encinasola a Luis Méndez Portocarrero que era veinticuatro (Concejal) de Sevilla, quitándoselo a Tinoco. Tinoco desafía más de 6 meses a los Reyes Católicos que al año siguiente insisten al Ayuntamiento de Sevilla para que se lleve a cabo el cambio. Tinoco exige y logra una indemnización de 800.000 maravedíes. No obstante los Reyes Católicos le perdonan y nombran finalmente en Encinasola a un tercero, Martín de Sepúlveda, en virtud de acuerdos con el Rey de Portugal.
Por esas fechas la fortaleza de Fregenal la gobernaban, en 1477 Juan Torres, también veinticuatro de Sevilla, en 1482 Fernando de Ribadeneira y al morir éste, en 1502, Fernando Tello, que era Fiscal del Rey y miembro del Consejo Real.
Juan Martínez Tinoco fue también Alcalde de Fregenal.
Hay casi unanimidad entre los genealogistas en que el apellido Tinoco comienza en Fregenal con la llegada de un caballero templario de origen francés. Hoy está extendido por el mundo entero y sobre todo en América donde están documentados varios Tinoco frexnenses que pasaron a Indias en los primeros tiempos de la conquista. En Argentina hay una localidad que se llama Tinoco.
En la Ermita de los Remedios entre los retratos de frexnenses ilustres está el de Alonso Tinoco de Castilla que estudió en Salamanca y fue Alcalde del crimen en la Audiencia de Sevilla. Célebre también fue la religiosa Ana Tinoco de Bolaños, del Convento de la Paz. En el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1751 figura como Alcalde de Fregenal Manuel Tinoco de Castilla.
En la Chancillería de Granada, entre los más antiguos pleitos de Hidalguía aparecen los Tinoco de Fregenal y los apellidos Tinoco de Castilla o Tinoco Linero surgen de la unión de un Tinoco de Fregenal con un Castilla de Cumbres Mayores o con un Linero de Jerez de los Caballeros o de Burguillos del Cerro. En el Archivo Histórico Nacional se conservan «Juros de Heredad» a un Tinoco de Fregenal nada menos que en el año 1300.
Famosa es también la saga de los Tinoco portugueses, entre cuyos más importantes representantes está el arquitecto Pedro Nunes Tinoco, autor de la Sacristía del Monasterio de Santa Cruz en Coimbra. Pero son posteriores, e incluso en una reciente Tesis Doctoral de la Universidad de Lisboa del año 2014 se reconoce la posibilidad del origen frexnense: «a origem do apelido estaría em França, e daí terá pasado quer para Espanha (Fregenal de la Sierra, perto de Badajoz) quer para Portugal em terras de Lanhoso.» «Os Nunes Tinoco, uma dinastía de arquitectos regios dos séculos XVII e XVIII. Teresa Mª da Trinidade de Capos Coelho»
Nuestro protagonista, Juan Martínez Tinoco, al que acusaban de cometer algunos desmanes, murió asesinado en la calle del Bastimento en 1490. Todo figura en el Archivo de Simancas. Su viuda hubo de solicitar formalmente que se persiguiera a sus asesinos y después de juzgados y condenados tuvo que insistir para que se ejecutara la condena. Finalmente fueron perdonados el viernes santo del año 1495 cuando apenas habían cumplido 3 años de cárcel. Se llamaban Fernando Jara, Fernando Marmolejo y Fernando de Cuenda.
Hoy la calle del Bastimento, de resonancias tan medievales, se llama erróneamente Francisco Silveira, en alusión a un pintor que realmente se llamaba Guillermo.
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