Varias semanas después de la vacunación contra la covid-19 de trabajadores y residentes del Hogar de Mayores San Blas de Fregenal de la Sierra y contando ya con la inmunidad al virus por parte de los mayores, las salidas y paseos por la calle empiezan a convertirse en una realidad.
Publicidad
La gobernanta de estos pisos tutelados, Carmen Martínez, ha explicado que los mayores «están muy contentos porque todos los días nos preguntaban cuándo podrían salir y ahora que pueden nos dicen: «¡eso es mentira, nos estáis engañando!».
Durante los primeros días los residentes han salido muy poquito «porque les da miedo todavía, les cuesta andar durante mucho tiempo y han venido cansados». Otro de los grandes alicientes es que han salido con sus familias, durante dos horas aproximadamente y así cada día preparan escalonadamente sus paseos.
Asegura Carmen Martínez que los familiares están muy contentos, pero sobre todo los mayores, ya que, «no veían el momento de poder dar sus paseos, aunque aquí pueden tomar el sol y andar, porque esto es muy grande y con patios enormes donde se podían sentar, pero no es lo mismo andar por la calle, al final es cuestión de libertad.»
Además, dice la gobernanta que los residentes «están más animados, aunque es verdad que durante todo este tiempo se han ido conformando. Ahora se extrañan de que va a todo el mundo por la calle con mascarillas y están empezando a entender que no éramos sólo nosotros aquí en el centro». Explica que los mayores «se sorprenden de que haya colas en las tiendas y que no puedan entrar los clientes hasta que no pasen los anteriores o detalles así».
Publicidad
En cuanto a la obra que el Ayuntamiento está llevando a cabo en los pisos tutelados, asegura Carmen Martínez que «está quedando estupenda, todos nos vamos a alegrar de esa habitación porque es amplia y pueden estar tranquilamente». Un espacio para recibir visitas en el que no habrá contacto físico con las personas que entren y en el que el anciano no tiene casi que moverse. Asegura que «por parte del Ayuntamiento siempre se han preocupado de que no nos falte nada, hemos estado muy protegidos y hemos recibido muchísima ayuda».
Actualmente las visitas no pueden entrar dentro y durante todo este tiempo los familiares han visto a los mayores desde la calle, sin poderse tocar, aunque ahora al poder salir las familias vienen, los recogen, les dan un paseo y así también tienen un contacto físico con sus seres queridos, que antes no lo tenían.
Publicidad
Un centro en el que los trabajadores han hecho un gran esfuerzo por evitar contagios, ya que como explicaba Carmen Martínez «cada uno tenemos nuestra vida, con diferentes contactos y aunque ha sido duro, en un año entero hemos conseguido mantenernos libres del virus».
Las esperanzas siguen puestas en la vacunación, ante lo que decía la gobernanta que «ojalá que pronto todos tengamos una vida relativamente normal, sobre todo porque ellos son mayores y por ley de vida tienen que ser los que más disfruten del tiempo que tengan por delante».
PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.