Algunas celadoras junto al altar del Croazón de Jesús ALBERTO MÁRQUEZ

Las celadoras vuelven a preparar al Corazón de Jesús

Después de un año sin novena, las celadoras preparan el altar en Santa Ana para la celebración

alberto márquez carrascal

FREGENAL DE LA SIERRA

Domingo, 6 de junio 2021, 08:00

En nuestra localidad existe una gran tradición de realizar triduos para una larga lista de advocaciones de la Virgen María o de Santos que adornan los altares de los templos frexnenses. Se prodigan una serie de ellos en esta fecha al coincidir San Pascual Bailón, la Virgen de Fátima, Santa Rita, San Agustín, San Antonio o la Virgen del Carmen. Pero hay tres advocaciones que cuentan con un solemne novenario en nuestra parroquia, contando tan solo una por cada templo. Las dos primeras son obvias, las copatronas de Fregenal, Santa María de los Remedios y la Virgen de la Salud.

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La tercera hermandad con ese honor en nuestra localidad es la del Corazón de Jesús. Una devoción que un nutrido grupo de mujeres muy unidas a la parroquia mantienen con tesón y muy buen hacer. Entre las celadoras encontramos a Inés Aranda, Nati González, Maruja Portillo, Quica Quintero, Leonor Terrón, Reme Cordero, Remedios León, Isabel Félix, Reme Pérez Cordero, Isabel Fernández, Juana Galván, Orosia Durán, Eusebia Gallardo, Remedios Lázaro, Coral Bernardino, Mercedes Durán, Mari Cordero y Remedios Trancoso.

Todas ellas son un buen ejemplo de lo que significa la religión para una comunidad como la frexnense. Son buenos ejemplos de asistencia asidua a las celebraciones eucarísticas durante la semana, acompañando especialmente a las Madres Agustinas en la oración del pueblo diaria. Se levantan rezando y encomendando su día a Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Su trabajo como celadoras va más allá de preparar los enseres de esta antigua hermandad, o preparar las flores del altar. Durante todo el año se produce una práctica religiosa muy peculiar, y es que custodian una serie de hornacinas y altares con la imagen del Corazón de Jesús en su interior, que se van trasladando de una casa a otra. En ella depositan ocasionalmente limosnas, y se detienen momentáneamente a encender una vela o a rezar, en la oración que siempre tiene presentes a sus familiares y amigas más cercanas.

Una hermandad, como tantas otras, que conserva las esencias más puras de la religión, que nos muestra una vez más que las mujeres son las verdaderas protagonistas de los templos, que cada día están más vacíos. Una enseñanza de la que todos deberíamos tomar nota, especialmente en un día como hoy, en el que el palio del Corpus Christi aun no ha sido nunca portado por mujeres en nuestro pueblo. La Iglesia aun tiene mucho que aprender de la humildad y el tesón que caracterizan a este grupo de mujeres, que mantuvieron la esencia del Corazón de Jesús latiendo en su interior.

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