

José Antonio López Rodríguez
Fregenal de la Sierra
Miércoles, 14 de febrero 2024, 17:04
Sevilla, León, Huelva, Badajoz, Madrid, Alcalá de Henares, el Escorial, Mérida, Plasencia, Aracena… son algunas localidades que recuerdan con calles o parques a este gigante del renacimiento al que pintó Rubens. Su nombre lo llevan instituciones como la Biblioteca Montaniana de la Universidad de Huelva o el Instituto Arias Montano del CSIC.
También en Fregenal, su villa natal, hay una calle Arias Montano en la cual está la casa en que se cree que nació el célebre humanista español que fue sacerdote de la Orden de Santiago y Capellán de Felipe II.
Esta calle lleva su nombre desde el siglo XIX, pero las fuentes no se ponen de acuerdo sobre su nombre anterior: del Caño, de los Calvos, de los Cielcos, de la Ruda, del Pozo…
En el acta del pleno del Ayuntamiento de 9 de febrero de 1873, pocos días después del fallecimiento de Bravo Murillo, se hace constar la intención de encargar dos lápidas conmemorativas para colocar en las casas donde ambos nacieron; «en 1527 y 1803, en la calle del Caño y Jara de Santa Ana hoy Arias Montano y Bravo Murillo»
El acta del pleno del Ayuntamiento de 4 de enero de 1881 vuelve a recoger el acuerdo de homenajear simultáneamente a Juan Bravo Murillo y a Benito Arias Montano. Los actos de homenaje que se planean consisten en colocar placas conmemorativas en los lugares donde nacieron en 1527 uno y en 1803 el otro: «calle del Caño y Jara de Santa Ana, hoy Arias Montano y Bravo Murillo». La idea parece ser que surgió del periódico el Eco de Fregenal y el alcalde era Anastasio Espinosa de los Monteros.
Finalmente, el acuerdo se llevó a cabo al año siguiente y así en el acta del pleno del Ayuntamiento de 1 de septiembre de 1882 se dice que «para honrar la memoria de los ilustres hijos de esta ciudad Arias Montano y Bravo Murillo se colocarán lápidas conmemorativas en las casas donde nacieron».
Hubo procesión con música y cortejo con uniformes de gala «por las calles Cárcel, Pilarito, Llano de Santa Catalina, Ronda de los Calvos llamada ya hace tiempo Arias Montano y por las denominadas Nueva de Santa Catalina, Corchuela, Santa Clara y Herrerías a la de Jara de Santa Ana también hoy llamada Bravo Murillo…»
El alcalde a la sazón era Eusebio Carbajo Herrera, y asistió el folklorista Luis Romero de Espinosa, el cronista de Extremadura Vicente Barrantes, y Ventura Camacho Carbajo, entre otras muchas personalidades que leyeron discursos y poemas en presencia de las autoridades locales y provinciales.
De todos los actos se levantó acta notarial por el notario Wenceslao Carballo que también hace referencia a la Rúa de los Calvos, olvidando la que unos años antes era denominada Calle del Caño. El acta notarial apareció publicada en «La América, Crónica Hispano-Americana» de 28 de octubre de 1883.
La calle del Caño había sido mencionada un siglo antes como lugar de nacimiento de Benito Arias Montano por Antonio Ponz Piquer, conocido como Abate Ponz, que fue un ilustrado del siglo XVIII. Por encargo de Campomanes hizo un viaje por España para inspeccionar los bienes artísticos que habían pertenecido a la Compañía de Jesús recién expulsada de España por Carlos III en 1767
Fruto de ese viaje, escribió y publicó 18 volúmenes en 1784.
El tomo VIII incluye Plasencia, Béjar, Coria, Oliva, Alcántara, Cáceres, Mérida, Montijo, Badajoz, Jerez de los Caballeros, Fregenal, Zafra, Cantillana, Santiponce, Triana.
Camino de Fregenal menciona «la dehesa del Carvajo o del Carvajillo donde tuvieron su casa los Jesuitas, en un lugar frondosísimo…» También hace constar que en la iglesia de Santa María hubo cuadros de Murillo.
En referencia a Benito Arias Montano, sobre el que en aquella época se disputaban su nacimiento varias localidades, dice: «me enseñaron en la calle del Caño, perteneciente á la parroquia de Santa Catalina, el sitio donde nació, que hoy está reducido á unas humildes habitaciones. En un libro de bautismos de la parroquia leí la partida del bautismo de Arias Montano, que es en esta forma: Domingo doce días del mes de Noviembre de mil quinientos y treinta y un años, yo Ruy González Granero bapticé á Benito, hijo de Juan Arias Montano, y de Catalina Ximenez, su muger legitima : fueron padrinos Benito Arias, y Ruy González Polaina, vecino de la Higuera, y Isabel García Latanca, muger de Juan Gómez Talaverano; y porque ts verdad lo firmo de mi nombre. Ruy González Granero Cura»
Hoy se sabe que esta partida de bautismo no es la del humanista pues ni coincide la fecha de nacimiento ni el nombre de sus padres.
En consecuencia la calle del Caño habría que descartarla como lugar de nacimiento de Arias Montano, pues su mención puede deberse al error originado por el Abate Ponz en su viaje a Fregenal.
Entonces, ¿cómo se llamaba antes la actual calle Arias Montano? Una calle, que recordemos que tiene dos tramos al estar cruzada por la calle Nueva de Santa Catalina. Uno de los tramos está dentro y el otro fuera del casco declarado conjunto histórico artístico. Y en el tramo de fuera que termina en el cruce con la calle Mazaderos es donde se encuentra la lápida que recuerda su lugar de nacimiento.
¿En qué fecha se le cambió el nombre a ambos tramos?
Debió ser forzosamente entre 1852 y 1873, por la siguiente razón: en el suplemento al Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz del 1-05-1852 se publican los Repartimientos individuales de la Contribución Territorial, Industrial y de Comercio del año 1852 donde calle a calle de cada localidad de la provincia figuran los vecinos obligados al pago. En Fregenal no existía aun la calle Arias Montano y si existía en cambio la calle del Caño. También existían las de la Ruda y del Pozo.
Por lo tanto entre 1852 y 1873 se tuvo que producir el cambio de denominación, y más cerca del año 1852 pues en el acuerdo municipal de 1873 se dice que ya hace tiempo que lleva el nombre Arias Montano.
A la calle de la Ruda se refiere Wikipedia como lugar de nacimiento de Arias Montano, y para complicar más la cosa, la Historia de Fregenal de Quintero Carrasco alude a la «calle Calvos antes Pozo o de los Cielcos»
La Rúa de los Calvos se denominaba así en 1560. Esto lo sabemos por las pruebas e interrogatorios del expediente de Benito Arias Montano para ingresar como sacerdote en la Orden de Santiago. Estas pruebas las inicia el Prior de San Marcos de León el 13 de enero de 1560 y las recoge Tomás González de Carvajal en su Elogio Histórico del Doctor Benito Arias Montano escrito el año 1832. El testigo Diego de León «el viejo» responde que lo conoce de mucho tiempo porque lo vio criar en casa de sus padres en esta villa de Fregenal en la calle que dicen «REULOSCOLEOS» (y anota el autor del interrogatorio que debe decir rúa de los Calvos, que hoy se llama solamente calle de la Rúa).
La calle o rúa de los Calvos no pudo ser antes la calle del Pozo, pues esta última vimos que en 1852 aún existía. Además en 1985 Fregenal tras una encuesta al vecindario donde se dio a elegir entre denominaciones antiguas y actuales eligió mantener el nombre de Alájar en lugar de la antigua denominación del Pozo. Esta calle Alájar, nombre tan vinculado a la vida de Arias Montano, pertenece a la parroquia de Santa Ana. El acuerdo municipal se recogió en el acta del pleno de 7 de octubre de 1985.
Por último está esa denominación de calle de los Cielcos de la que el profesor Antonio Martínez Ripoll duda que sea una transcripción correcta.
Ante tanta disparidad de nombres sólo caben conjeturas. ¿La calle de la Ruda sería una deformación de la que en el siglo XVI fue calle de la Rúa y antes rúa de los Calvos?
Lo que sí parece un hecho, es que Arias Montano nació en una casa humilde, bastante en las afueras para aquel entonces. Esto corrobora la condición de hidalgo empobrecido de su padre, «familia perteneciente a la baja nobleza, hidalga aunque empobrecida y cristiana vieja» en palabras de la biografía de la Real Academia de la Historia. También está acreditado que fue un padrino suyo quien lo envía a estudiar a Sevilla.
No existe constancia de su vuelta a aquella casa humilde de Fregenal desde que la abandonó de joven. Parece que a Fregenal volvió una sola vez en 1560 con 33 años según nos cuenta su paisano el catedrático Ventura Camacho Carbajo; aunque la vinculación con su villa natal se mantuvo hasta el final.
En el inventario de sus bienes al hacer testamento se refleja que «en Fregenal tengo hacienda, heredad y ganado; y valdrá todo casi cuatro mil ducados, la cual está aplicada a una cátedra instituida en Aracena con escritura pública y posesión tomada de la dicha cátedra por el licenciado Juan de Aguilar de Anaya, clérigo de la orden»
Las propiedades de Fregenal se detallan en la escritura de fundación de la cátedra de latinidad de Aracena.
Y no hay que olvidar que el administrador de la cátedra de Aracena era Juan Arcos de la Mota, vecino de Fregenal en quien deposita toda su confianza Arias Montano en su testamento
En consecuencia, hoy por hoy sigue siendo acertada la expresión de Ventura Camacho Carbajo cuando afirmó que la lápida conmemorativa de 1882 se colocaba en la «casa en que por tradición se cree que nació este sabio«.
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