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Luis Fernando C. Macías durante su concierto de este viernes.
‘Susurros’ musicales al viento de Luis Fernando C. Macías

‘Susurros’ musicales al viento de Luis Fernando C. Macías

El director de la Escuela de Música presentó en Fregenal sus composiciones de juventud

JUAN IGNACIO MÁRQUEZ

Sábado, 10 de junio 2017, 12:18

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El salón de actos del Centro Municipal Nertóbriga de Fregenal de la Sierra acogió el concierto de presentación en la población de la grabación discográfica Susurros que mostraba más de una decena de composiciones musicales de Luis Fernando C. Macías, en su mayoría escritas por este músico avulense en su época de juventud, como él mismo explicó, entre los años 1989 y 1998, tal y como describía pormenorizadamente un programa en el que, además, mezcló sus trabajos con una serie de conocidos boleros, baladas y composiciones diversas, largamente ovacionadas por algo más de una treintena de incondicionales que disfrutaban del concierto.

Se iniciaba el programa con la obra que da nombre al álbum: Susurros, interpretando seguidamente: My Way y Añoranzas de Ávila su tierra materna, compuesta en 1996.

Un paréntesis de conocidas composiciones arregladas por el propio Luis Fernando mostró: Sabor a mí, Noches de blanco satén y Nosotros; para continuar con otro diálogo enérgico al piano a través de Atardecer en Jaen dedicado a la tierra de su padre, hasta desembocar tras su versión del célebre Somos novios de Armando Manzanero en la trilogía La Sirena y el mar, escrita entre 1981 y 1986, en base a una serie de diálogos musicales con el mar de fondo siguiendo la viva tónica de sus composiciones con sello propio, mezcla de luces y sombras con fugaces desenlaces y profusos rubatos, con permanentes aceleraciones y desaceleraciones del tiempo escrutando una evidente finalidad expresiva, desde cadenciosas mezclas hasta el estruendo de La Tempestad con especial protagonismo para la mano izquierda y cerrando este bloque con un Clamor de Paz, mostrando de nuevo la calma de manera más delicada y cadenciosa.

Una serie de pequeñas composiciones que convergían en una versión muy personal del reconocido My hearth will go on popularizado como banda sonora de Titanic para continuar con Pinceladas flamencas de Luis Fernando C. Macías, flamenco al piano a través de acordes mimetizados con reconocidos sonidos flamencos entre los que se perdían sombras del conocido Zorongo gitano de García Lorca o raíces de Albéniz.

Luego llegaban sugestivas Caricias románticas montadas por el propio intérprete en 1998 y se cerraba el concierto con Innovación a Nuestro Padre Jesús de 1.989.

No obstante, brindó al público Luis Fernando C. Macías un extenso capítulo de bises iniciado con Rumores de la caleta de Isaac Albéniz, una improvisación de notas a criterio del público, fragmentos de un tango, dos obras de su próximo disco: Remanso de pasión y Vorágine, esta última como el remolino de fuerza y sentimientos que desplegó el intérprete en toda la noche, hasta culminar con: La Violetera, Granada, Nocturno do menor op. 48 número 1 de Chopin y Noches de bohemia

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